20 de julio de 2010

Una palabra llamada coherencia... o falsas intenciones debajo de la manga

El diario Clarín, en su versión online, publicó unas expresiones vertidas por la presidenta argentina Cristina Kirchner en su reciente viaje a China. A más de uno, éstas nos dejaron atónitos.

Despidiéndose de China, donde realizó una visita oficial, dijo que los habitantes de este país "han tenido la suerte que nosotros no, de la perseverancia en el tiempo de un mismo proyecto político-económico"










Al leer estas afirmaciones, me pregunté si quien las dijo es la misma persona que yo conocía a través de los medios de prensa. Me cuestioné si la Cristina en China era la misma Cristina que había dicho en una ocasión que "el respeto a los Derechos Humanos es una política de Estado"

¿Cómo podría, de otra manera entenderse que Cristina haya elogiado con semejante expresión entonces a un régimen que se caracteriza por la violación sistemática de los Derechos Humanos?

En cuanto a Derechos Humanos, China tiene saldo rojo. Es objeto de constantes denuncias por parte de organismos internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Todos los informes que éstas brindan, resaltan su preocupación acerca del casi nulo avance en materia de violaciones a la libertad de expresión, arrestos sin denuncias, torturas, intimidaciones, intromisiones del Gobierno en la intimidad de las personas, sistema de partido único que no permite el disenso político, etc.
Para el efecto, basta leer uno de los tantos informes que estos organismos hacen circular en Internet.

Por otro lado, desde que los Kirchner llegaron al poder en 2003, se autoproclamaron defensores de estos Derechos Humanos. Promovieron la reactivación de juicios contra represores de la última dictadura militar (1976-1982) por crímenes de lesa humanidad. Se manifestaron públicamente en actos y conferencias repudiando las violaciones de estos derechos y predicando su vigencia irrestrica como política de Estado, según mencionamos. Es más, reprocharon a mandatarios y diplomáticos extranjeros a causa de esto (claro, ninguno provenía de un PAI$ con tantos INTERE$E$).

Si Cristina hubiese elogiado tan solo el proyecto económico de China, vaya y pase. Más allá de las restricciones a la libertad individual, no se puede negar que hoy China está consolidada como una potencia económica y comercial a nivel internacional.

Pero al hablar de la continuidad de un mismo proyecto, Cristina incluyó lo político y lo económico. Es más, alegó que el peronismo y el maoísmo tienen semejanzas de origen.

¿Será que al decirlo, Cristina Kirchner no recordó a las miles y miles de víctimas que fueron torturadas y ejecutadas por la tiranía de Mao Tse Tung y los demás gobiernos comunistas que le sucedieron?

¿Será que no encuentra similitud entre lo que vivió el pueblo chino durante los últimos cincuenta años y aquellos crímenes tan horrorosos de la dictadura militar argentina (1976-1982) que tanto Cristina condena?

¿O acaso su "defensa de Derechos Humanos como política de Estado" es una gran farsa?

Desde el lado en que se lo mire, no hay manera de conciliar los elogios que brindó Cristina al modelo político y económico de China, con su supuesta defensa de la democracia y los derechos humanos.



Pinochet, Videla, Castro y Mao Tse Tung. La vara justiciera de Cristina distingue entre genocidas de izquierda y de derecha.


En China no hay democracia y no se respetan los derechos humanos. Allí existe un gobierno totalitario y dictatorial, que no se sustenta en el reconocimiento de la dignidad humana.

Pero claro, es de izquierda y entonces Cristina calla. Lo mismo que con Fidel Castro. Mientras que Videla, Pinochet y otros que incurrieron en las mismas violaciones y provienen de la derecha, por ese solo hecho, se vuelven objeto del monopolio de sus críticas y condenas.
¿Dónde está la coherencia?

Al Cristina elogiar que los chinos hayan tenido la "suerte" de tener la perseverancia de ese proyecto (torturas, arrestos indebidos, ejecuciones ilegales, persecusión política) a lo largo del tiempo, a diferencia de Argentina y Sudamérica (afortunadamente)... nos preguntamos...

¿CUÁL ENTONCES ES SU VERDADERO PROYECTO POLÍTICO?


O esto se trata de incoherencia, o estamos ante falsas intenciones debajo de la manga que, al MAL MENTIROSO, siempre se le escapan.




P.S.: Le transmití estos cuestionamientos al canciller argentino Héctor Timerman, vía Twitter, y a pesar de haber respondido casi todos los tweets posteriores, se abstuvo de hacerlo conmigo. ¿No tendrá nada que decir? ¿O se le cae la cara de vergüenza y tiene que callar por "obediencia debida"?

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