18 de septiembre de 2008

EL CONTROL DE LOS GASTOS SOCIALES DE ITAIPÚ

El control de los gastos sociales de la Itaipú Binacional no puede sencillamente depender de la voluntad política del director de turno, en este caso, Mateo Balmelli. La transparencia en el manejo de los fondos públicos es una cuestión de estado, propia de toda democracia republicana que pretende ser seria. Invocar el argumento de la binacionalidad de la entidad para evitar el ingreso de los controles propios de la Contraloría, Parlamento o cualquie otra entidad, resulta ilógico y absurdo. Según el discurso eterno de quienes han usado Itaipú como "fondo de intereses partidarios y proselitistas", no se puede violar el Tratado debido a que es una cuestión que atañe a ambas partes del tratado... ¡por favor! ¡Como si fuera que a Brasil le importara lo que nosotros hacemos con nuestra plata de Itaipú! ¡Cómo si fuera que ofende a la soberanía brasileña el hecho de que la administración del lado paraguayo esté sometida a los controles estatales.Resulta, pues, aquella una excusa barata para impedir que el "sol de la fiscalización" entre a alumbrar las penumbras de la administración corrupta. Entiendo que así lo hagan los "tendotás" de turno, con la complicidad de la Corte Suprema (¡para mayor vergüenza!), porque nunca tuvieron la intención de transparentar su gestión y hubiera sido sumamente descarado que, teniendo siempre el deseo de seguir robando, tuvieran la caradurez de exhibir públicamente su robo. Lamentablemente para ellos, y afortunadamente para el resto del pueblo, las elecciones le dieron un tremendo revez y hoy, un nuevo Gobierno de otra filiación política (no digo que sea mejor ni peor... sencillamente hay un cambio de grupo político) viene a destapar la olla a presión que los expoliadores que precedieron hicieron lo imposible para mantenerla tapada.Muchos cuestionan que hoy Mateo Balmelli solamente abra las puertas a las instituciones de control político, jurídico y/o económico para auditar su gestión. Realmente, eso ya es un avance. Sectores críticos a la administración de Itaipú reclaman que los famosos "gastos sociales" sean incluidos, además en el presupuesto, a lo que Mateo se niega, alegando que el prespuesto de la binacional pasa por la aprobación del Consejo de Administración binacional y no por el Congreso. Realmente, creo que una buena auditoría de gestión bastaría, porque la sola aprobación de presupuesto no basta. Desde el advenimiento de la democracia hasta ahora, la mayoría de las veces tuvimos un Congreso crítico y opositor al Ejecutivo, que aprobó los presupuestos; sin embargo, siempre igual se hizo lo que se quiso, se robó cuanto se pudo y usó la función pública como elemento de clientelismo y prebenda política. El fracaso de la transparencia de gestión desde la democracia no pasa por la efectividad o no del control parlamentario, sino por la eficacia de los órganos de control. En este sentido, uno de los órganos que solamente sirvió de adorno o de catapulta económica y polítca para sus titulares - la mayoría de las veces, cómplices de la corrupción - es la Contraloría General de la República.Estaría más contento sencillamente con una Contraloría más eficiente, honesta, incorrompible, y con la garantía del acceso a la información de todos los entes estatales - binacionales o no -, que no solo dependa hoy de la buena voluntad política de Mateo o Lugo, sino de la voluntad de una ley, que sea respetada y aplicada fielmente por los tribunales.

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