6 de agosto de 2010

¿Diplomacia farsante o condena del terrorismo?


En los últimos días, se produjo una reunión entre el "mediador" Kirchner y el gorila venezolano, Hugo Chávez, a fin de buscar acuerdos de paz en el conflicto Colombia-Venezuela.

El pseudo-secretario general de la UNASUR, Néstor Kirchner ofreció sus buenos oficios para buscar soluciones al diferendo entre los países, a pesar de no ofrecer las mínimas garantías que un mediador debe ofrecer, como ser la parcialidad y capacidad de consenso, palabras antónimas al vocablo Kirchner.

Además, quien ejerce aún cargos en la política local de su país y con aspiraciones presidenciales para 2011, no reúne el perfil necesario que debe tener una figura de la diplomacia multilateral, como lo requiere el cargo que ocupa, aparte de no ser propio de su personalidad el discurso mesurado.

Siendo Néstor Kirchner diputado nacional de su país, presidente del Partido Justicialista y eventual candidato a suceder a su esposa Cristina en el sillón de Rivadavia, ¿qué es lo que podría hacernos creer que lo caracteriza la neutralidad para el rol que pretende desempeñar?


Estando ligado absolutamente a lo interno de Argentina, cuyo Gobierno tiene "excelentes" y "rentables" relaciones económicas con Venezuela (además del caso de la diploma$ia paralela), ¿cómo podría Colombia y el nuevo Gobierno de Santos esperar mucho de la hipocrecía de UNASUR?

La actitud que Kirchner reveló previamentea a la última reunión con Chávez en Caracas no es propia de aquello que pretende ser en medio del conflicto. Llenó de elogios al venezolano, recordando la ayuda comercial que éste dio a Argentina durante su Presidencia y durante la de su esposa.

El problema actual entre Colombia - Venezuela no pasa por una cuestión de antagonismo Chávez-Uribe, derecha-izquierda, pro USA-anti USA, aunque muchos lo hagan creer así. El quid de la cuestión está en la lucha de Colombia contra el terrorismo de las FARC y la cobija y el apoyo que el gobierno de Hugo Chávez a delincuentes de esta organización guerrillera para que se movilicen libremente en su territorio sin desmovilizarse.

Siendo claro, (no pretendo imitar a Bush) es de quienes están con el terrorismo y quienes luchan contra este mal que tantas vidas ya se ha cobrado.

Lo que menos se necesita aquí es un "acuerdo diplomático" hipócrita, donde se firmen papeles pero se siga apoyando a terroristas. No se necesitan las risitas y los halagos de Kirchner a Chávez por la relación comercial que los une, ni una cumbre de adorno donde haya muchas palabras y pocos resultados.


América Latina, Sudamérica, UNASUR, OEA, MERCOSUR o el ente regional que fuere, deben condenar el terrorismo con fuerza, evitar su expansión, y dentro de la "lógica integracionista" de la que tanto se habla, aunar esfuerzos para erradicar este cáncer que azota a Colombia y, siguiendo el discurso chavista bolivariano, a "toda la gran patria latinoamericana".

¿Integración? Pero enserio.

¿Diplomacia? No de palabras hipócritas sino de realidad.

¿Mediador del conflicto? Sí, pero no un socio político-comercial de Chávez.

No hay otra salida VERDADERA más que condenar el terrorismo y rectificar rumbos. Basta de farsas.

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